Siempre me he considerado un buen observador y  atento a los sonidos, así que me encanta recrear espacios mentales , revivir. Es como si a diario estuvieran llegándome notificaciones mentales, como lluvia visual, en forma descendente, de la más impactantes hasta la que genere una propagación de un sinfín imaginario.

Quizá por eso amo estar tras la ventana, en el lado seguro del transporte público, dentro de la casa, tras la reja, a salvo. Es ahí donde empieza a gustarme la vida sabes ¿Y es porque aprecio tanto lo ajeno que lo mío quizá sea preciado algún día, algún instante por alguien con la misma necesidad de detallar el mundo. Consiente o inconscientemente a diario pensamos en ello, en el gran sentido que tiene hacer arte. Porque el arte es un dialogo que se construye a partir de un conocimiento o desconocimiento del mismo; Cuestionarse frente a un presente aparentemente continuo , posicionarse en un ¿ CÓMO? , ¿CUANDO? o ¿DONDE?

Mi trabajo converge entre estilos pictóricos tanto materiales como en los medios soporte, propiciamente con temáticas figurativas y corpo sensibles. Ahora ya sabemos que el alma es el cuerpo y el cuerpo el alma. Nos dicen que son diferentes porque quieren persuadirnos de que podemos quedarnos con nuestras almas si los dejamos esclavizar nuestros cuerpos.